La piel tiene una capacidad notable para protegerse de las infecciones bacterianas y, aunque muchas bacterias entran en contacto o viven en ella, normalmente no causan infecciones. Las infecciones bacterianas pueden afectar a una parte pequeña de la piel o propagarse por todo el cuerpo. También pueden ser de diferente gravedad, desde leves hasta potencialmente fatales.

Las infecciones bacterianas de la piel se producen cuando las bacterias atraviesan los folículos pilosos o las pequeñas heridas en la piel causadas por arañazos, pinchazos, cirugía, quemaduras, insolación, mordeduras de animales o insectos, lesiones y problemas de piel preexistentes. Las personas pueden contraer infecciones bacterianas de la piel cuando realizan varias actividades, como jardinería en una tierra contaminada o natación en un estanque, lago u océano contaminados.

En Plenitud acompañamos los protocolos médicos con tratamientos no invasivos y alineados con las distintas farmacologías propuestas por su medico.
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¿Cuáles son las causas y el orígen de las infecciones de la piel?

  • Las bacterias causan celulitis, impétigo e infecciones por estafilococo.
  • Los virus causan culebrilla, verrugas y herpes simple.
  • Los hongos causan pie de atleta e infecciones por cándida.
  • Los parásitos incluyen piojos del cuerpo, de la cabeza y sarna.

La piel puede ser infectada por muchos tipos de bacterias. Las más habituales son los Staphylococcus y los Streptococcus.

Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (también llamado SARM) es una bacteria frecuente que provoca infecciones de la piel en Estados Unidos. El SARM es resistente a muchos antibióticos comunes porque ha tenido cambios genéticos que le permiten sobrevivir a pesar de la exposición a algunos antibióticos.

Debido a que SARM es resistente a varios antibióticos que antes lo mataban, los médicos ajustan el tratamiento según la frecuencia con que se encuentre SARM en el área local y de si se ha comprobado que es resistente a los antibióticos habituales.

Factores de riesgo de infecciones bacterianas de la piel

Algunas personas tienen un riesgo especialmente alto de sufrir infecciones cutáneas:

  • Las personas con diabetes, que son más propensas a tener falta de flujo sanguíneo, especialmente en las manos y los pies, así como niveles altos de azúcar (glucosa) en sangre, lo que disminuye la capacidad de los glóbulos blancos (leucocitos) para luchar contra las infecciones
  • Las personas que están hospitalizadas o que viven en una residencia de ancianos
  • Las personas mayores
  • Las personas que tienen el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), sida u otros trastornos del sistema inmunológico o hepatitis
  • Las personas que se someten a quimioterapia o tratamiento con otros fármacos que debilitan el sistema inmunológico
  • La piel inflamada o herida es también más propensa a infectarse.

En general, cualquier lesión en la piel predispone a las personas a tener una infección.

¿Qué factores aumentan el riesgo de tener una infección de la piel?
  • Una infección de la piel puede ser más frecuente si:
  • Tiene problemas de circulación
  • Tiene diabetes
  • Es una persona mayor
  • Tiene una enfermedades del sistema inmunitario, como el VIH
  • Tiene un sistema inmunitario debilitado por la quimioterapia u otros medicamentos que reducen sus defensas
  • Tiene que estar en una posición fija durante mucho tiempo, por ejemplo, si tiene que estar tumbado por una enfermedad o si está paralizado
  • Está desnutrido
  • Tiene exceso de piel, lo que puede pasar si tiene obesidad

Tratamiento de las infecciones bacterianas de la piel

  • Antibióticos
  • Drenaje de los abscesos

Se usa una crema antibiótica si se produce una infección leve de la piel. Si se infecta una gran área de la piel deben tomarse antibióticos por vía oral o por vía intravenosa (inyección).

Los abscesos deben ser abiertos por el médico y drenados y cualquier tejido muerto debe eliminarse quirúrgicamente.

Prevención de las infecciones bacterianas de la piel

Limpieza de la piel con agua y jabón La prevención de las infecciones cutáneas bacterianas implica mantener la piel sin lesiones y limpia. Cuando se tiene un corte o un rasguño, la lesión debe lavarse con agua y jabón y cubrirse con una venda estéril.

Puede aplicarse vaselina sobre las zonas abiertas para mantener el tejido húmedo e intentar evitar la entrada de bacterias. Los médicos recomiendan que no se usen ungüentos o cremas antibióticas (con receta o sin receta) en pequeñas heridas no infectadas debido al riesgo de que aparezca una alergia al antibiótico.