La cirugía estética es una rama de la medicina que busca mejorar la apariencia física de las personas mediante procedimientos quirúrgicos o no quirúrgicos.

Cada vez más personas recurren a esta opción para corregir defectos, realzar su belleza o aumentar su autoestima. Sin embargo, la cirugía estética no está exenta de riesgos y complicaciones, que pueden afectar la salud, el bienestar y la satisfacción de los pacientes.

¿Qué factores influyen en la decisión de someterse a una cirugía estética?

¿Qué emociones y expectativas se generan antes, durante y después de la intervención?

¿Qué complicaciones médicas, psicológicas y sociales pueden surgir en el proceso?

¿Qué medidas se pueden tomar para prevenir, detectar y tratar estas complicaciones?

Estas son algunas de las preguntas que se abordarán en este artículo, que tiene como objetivo ofrecer una visión integral y actualizada de la cirugía estética y sus implicancias.

Para ello, se revisarán las principales razones, objeciones, miedos, aspiraciones, frustraciones y deseos que experimentan las mujeres que se someten a una cirugía estética o reparadora, así como las recomendaciones y buenas prácticas para garantizar una experiencia segura, ética y satisfactoria.

Razones que llevan a un cliente a hacerse una cirugía estética o reparadora:
  • Corregir una deformidad o defecto congénito o adquirido que le causa malestar o limitaciones funcionales.
  • Resolver un problema de salud física o psicológica relacionado con su aspecto, como el dolor, la incomodidad, la ansiedad o la depresión.
  • Recuperar o rejuvenecer su aspecto después de un embarazo, una enfermedad, un accidente o el envejecimiento.
  • Mejorar su apariencia física y su autoimagen, aumentando su confianza y satisfacción personal.
  • Adaptarse a los estándares de belleza socialmente impuestos o deseados, buscando una mayor aceptación o reconocimiento.
  • Imitar a una celebridad, un modelo, un ídolo o una persona admirada, buscando parecerse a ellos o emular su éxito.
  • Adaptarse a un cambio de vida, como una ruptura, un divorcio, una viudez, un nuevo trabajo o una nueva pareja, buscando renovar su imagen o agradar a los demás.
  • Cumplir con una petición, una sugerencia, una exigencia o una presión de alguien cercano, como una pareja, un familiar, un amigo o un jefe, buscando complacerlos o evitar conflictos.
  • Competir con otras mujeres, ya sean conocidas o desconocidas, buscando superarlas o destacar entre ellas en términos de belleza o atractivo.
  • Premiarse a sí misma, como una forma de recompensarse, celebrarse, mimarse o consentirse por algún logro, esfuerzo o motivo personal.

Como podemos observar las tres primeras razones tienen que ver con una reparación indispensable, necesaria o demandante para mejorar tu calidad de vida, mientras las otras 7 están relacionadas a tus miedos, tus deseos, aspiraciones y frustraciones. Por lo tanto aboquémonos a abordarlas.

Cuando observes el tratamiento de cada una de ellas ten presente si se tratan de necesidades psicológicas o de necesidades concretas y reales de restablecimiento y recuperación de la salud.

Este informe ha sido construído por Inteligencia Artificial buscando en internet sobre las consideraciones de clientes reales que declaran, con una validez universal, más allá de los aspectos propios de cada cultura. Como ejemplo expreso lo siguiente: Los patrones de una nariz hermosa cambian según la raza, los patrones de cultura y familiares desde los que estoy observando.
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Objeciones que un cliente puede enfrentar:
  • El riesgo de complicaciones médicas, infecciones, rechazos, alergias, hemorragias, cicatrices o resultados insatisfactorios.
  • El costo económico de la intervención, que puede ser elevado y no estar cubierto por el seguro médico o la seguridad social.
  • La presión o el juicio social, familiar o religioso, que puede cuestionar su decisión, su moralidad, su identidad o su autoestima.
  • El conflicto ético o personal, que puede hacerle sentir culpa, vergüenza, inseguridad o insatisfacción con su cuerpo natural o modificado.
  • La falta de apoyo o comprensión psicológica, que puede dificultar su proceso de adaptación, recuperación o aceptación de su nuevo aspecto.
  • El impacto ambiental de la cirugía estética, que implica el uso de recursos, energía, materiales y residuos que pueden contribuir al deterioro ecológico o la contaminación.
  • La falta de garantía o seguridad de la cirugía estética, que implica la posibilidad de que el procedimiento no cumpla con los estándares de calidad, legalidad, ética o profesionalismo, o que el resultado no sea el esperado o deseado.
  • La contradicción o incongruencia de la cirugía estética, que implica la posibilidad de que el procedimiento vaya en contra de los valores, creencias, principios o ideales de la persona, o que el resultado no se ajuste a su personalidad, identidad o estilo.
  • La dependencia o adicción a la cirugía estética, que implica la posibilidad de que el procedimiento genere una necesidad, un hábito, un vicio o una obsesión por seguir modificando el aspecto físico, sin estar satisfecho o contento con el resultado.
  • La discriminación o estigmatización de la cirugía estética, que implica la posibilidad de que el procedimiento genere un rechazo, un desprecio, un menosprecio o un prejuicio por parte de los demás, que puedan considerar a la persona como superficial, artificial, vanidosa o insegura.
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Miedos que un cliente puede experimentar:
  • El miedo al dolor, al sufrimiento, a la anestesia, a la cirugía o a la muerte.
  • El miedo a no gustar, a no reconocerse, a no ser aceptada, a ser rechazada o a perder su identidad.
  • El miedo a arrepentirse, a equivocarse, a no cumplir sus expectativas, a no lograr sus objetivos o a decepcionarse.
  • El miedo a depender, a perder el control, a ser vulnerable, a ser manipulada o a ser explotada.
  • El miedo al cambio, a lo desconocido, a lo irreversible, a lo inesperado o a lo diferente.
  • El miedo a perder la naturalidad, la originalidad, la espontaneidad o la autenticidad de su aspecto, que pueda hacerla sentir falsa, impostora, extraña o ajena.
  • El miedo a no encajar, a no adaptarse, a no integrarse o a no pertenecer al grupo, la sociedad, la cultura o la época en la que vive, que pueda hacerla sentir marginada, excluida, aislada o rechazada.
  • El miedo a envejecer, a deteriorarse, a decaer o a perder el atractivo, que pueda hacerla sentir angustiada, ansiosa, deprimida o desesperada por mantener o recuperar su juventud o belleza.
  • El miedo a ser juzgada, criticada, cuestionada o ridiculizada por su decisión, su procedimiento, su resultado o su aspecto, que pueda hacerla sentir avergonzada, culpable, insegura o inferior.
  • El miedo a no ser feliz, a no estar satisfecha, a no sentirse realizada o a no cumplir sus sueños, que pueda hacerla sentir frustrada, decepcionada, vacía o insatisfecha con su vida o consigo misma.
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Aspiraciones que un cliente puede tener:
  • Aspirar a sentirse más bella, más atractiva, más femenina, más joven o más armoniosa.
  • Aspirar a mejorar su calidad de vida, su salud, su bienestar, su comodidad o su funcionalidad.
  • Aspirar a expresar su personalidad, su creatividad, su libertad, su autenticidad o su individualidad.
  • Aspirar a cumplir sus sueños, sus deseos, sus proyectos, sus metas o sus ilusiones.
  • Aspirar a ser más feliz, más segura, más satisfecha, más valorada o más amada.
  • Aspirar a ser más exitosa, más influyente, más reconocida o más admirada, creyendo que su aspecto físico puede ayudarle a lograr sus metas profesionales, sociales o personales.
  • Aspirar a ser más alegre, más divertida, más sociable o más aventurera, pensando que su aspecto físico puede facilitarle el disfrute de la vida, las relaciones, las actividades o las experiencias.
  • Aspirar a ser más coherente, más congruente, más fiel o más honesta, sintiendo que su aspecto físico puede reflejar mejor su personalidad, su identidad, su esencia o su verdad.
  • Aspirar a ser más generosa, más solidaria, más altruista o más empática, considerando que su aspecto físico puede permitirle ayudar, apoyar, colaborar o compartir con los demás.
  • Aspirar a ser más libre, más independiente, más autónoma o más empoderada, creyendo que su aspecto físico puede darle más control, más elección, más voz o más poder sobre su vida o su destino.
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Frustraciones que un cliente puede sentir:
  • Sentir que no ha conseguido el resultado que esperaba, que no se ve como quería, que no se siente como imaginaba o que no le gusta lo que ve.
  • Sentir que ha perdido algo de sí misma, que ha renunciado a su esencia, que ha traicionado sus principios o que ha cambiado su identidad.
  • Sentir que ha sido engañada, estafada, maltratada, abandonada o ignorada por los profesionales, los familiares, los amigos o la sociedad.
  • Sentir que ha desperdiciado su tiempo, su dinero, su energía, su salud o su oportunidad de ser feliz.
  • Sentir que no ha resuelto su problema, que ha creado uno nuevo, que ha empeorado su situación, que ha agravado su malestar o que ha dañado su autoestima.
  • Sentir que ha caído en la superficialidad, la banalidad, la frivolidad o la trivialidad, que le hacen perder el sentido, el propósito, el valor o la importancia de su vida o de sí misma.
  • Sentir que ha sido víctima de la manipulación, la explotación, la opresión o la alienación, que le hacen perder la libertad, la autonomía, la dignidad o la identidad de su vida o de sí misma.
  • Sentir que ha entrado en un círculo vicioso, una espiral descendente, una trampa o una adicción, que le hacen perder el equilibrio, la armonía, la paz o la felicidad de su vida o de sí misma.
  • Sentir que ha generado un conflicto, una contradicción, una incoherencia o una incongruencia, que le hacen perder la confianza, la credibilidad, la integridad o la autenticidad de su vida o de sí misma.
  • Sentir que ha desperdiciado una oportunidad, una posibilidad, un potencial o un talento, que le hacen perder la realización, la plenitud, la excelencia o la trascendencia de su vida o de sí misma.
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Deseos que un cliente puede expresar:
  • Que todo salga bien, que no haya complicaciones, que se recupere pronto, que se adapte fácilmente o que se sienta orgullosa.
  • Que le guste su nuevo aspecto, que se reconozca, que se acepte, que se valore o que se quiera.
  • Que le guste a los demás, que se sienta admirada, que se sienta respetada, que se sienta apoyada o que se sienta querida.
  • Que mejore su vida, que se sienta más feliz, que se sienta más segura, que se sienta más satisfecha o que se sienta más realizada.
  • Que cumpla sus sueños, que alcance sus metas, que logre sus objetivos, que supere sus retos o que viva sus ilusiones.
  • Que su aspecto físico sea una fuente de orgullo, de gratitud, de alegría o de amor, tanto para ella misma como para los demás, que le hagan sentir valorada, apreciada, feliz o querida.
  • Desear que su aspecto físico sea una herramienta de expresión, de comunicación, de conexión o de interacción, tanto para ella misma como para los demás, que le hagan sentir comprendida, escuchada, integrada o relacionada.
  • Desear que su aspecto físico sea un medio de crecimiento, de aprendizaje, de desarrollo o de evolución, tanto para ella misma como para los demás, que le hagan sentir curiosa, interesada, proactiva o innovadora.
  • Desear que su aspecto físico sea un motivo de inspiración, de motivación, de ilusión o de esperanza, tanto para ella misma como para los demás, que le hagan sentir entusiasmada, optimista, creativa o visionaria.
  • Desear que su aspecto físico sea un símbolo de belleza, de armonía, de equilibrio o de perfección, tanto para ella misma como para los demás, que le hagan sentir admirada, respetada, satisfecha o realizada.


Conectando el temor a la soledad con los procedimientos quirúrgicos y los tratamientos de belleza

El temor a quedarnos solos quizá sea un patrón que nos este motivando a tomar muchas decisiones o realizar enmiendas, entre las que está verme mas bello y armónico,

¿Con que sentido?
Para que me quieran y más personas estén cerca mío.

Es importante comprender que este sentimiento puede manifestarse en tres ámbitos:

  1. Soledad emocional: Se refiere a tener menos afecto y cercanía de lo deseado en el ámbito íntimo. Afecta tanto a hombres como a mujeres, especialmente relacionado con la viudedad.
  2. Soledad relacional: Ocurre cuando se experimenta poca proximidad a familiares y amigos en un grupo de 15 a 50 personas. Principalmente afecta a mujeres.
  3. Soledad colectiva: Surge cuando nos sentimos socialmente poco valorados por un grupo de 150 a 1,500 personas con los que interactuamos a través de asociaciones voluntarias. Este tipo afecta principalmente a los hombres.

Los procedimientos quirúrgicos y los tratamientos de belleza constantes aunque pueden tener un impacto en la percepción de uno mismo y en la relación con los demás como muestra este video…también pueden hablarnos de una desconexión con nuestra identidad, como observamos en este video. Y esta desconexión puede llevar a escenarios bien variados como los expresados en este video….

 

Por eso me parece importante revisar las siguientes razones de las personas que enfrentan una soledad “no deseada” para que lleguen a necesitar exagerados tratamientos de reconstrucción.

  1. Falta de conexiones significativas: La ausencia de relaciones profundas y significativas puede llevar a la soledad. Las personas pueden sentirse aisladas y anhelar la compañía y el apoyo de otros1.
  2. Cambios en la vida: Eventos como mudanzas, rupturas o pérdidas pueden dejar a alguien solo. La soledad puede surgir cuando se enfrentan transiciones importantes sin un sistema de apoyo adecuado1.
  3. Autoestima y autoimagen: Las personas que luchan con baja autoestima o inseguridad pueden sentirse solas, incluso en medio de una multitud. La percepción de no ser digno de amor o amistad puede intensificar la soledad1.
  4. Expectativas no cumplidas: Las aspiraciones no satisfechas pueden generar sentimientos de soledad. Si alguien esperaba tener una familia, una carrera exitosa o una vida social activa y no lo logra, puede sentirse solo y desilusionado1.
  5. Falta de propósito o sentido de vida: La ausencia de un propósito significativo puede contribuir a la soledad. Las personas pueden sentirse perdidas o desconectadas si no encuentran un significado profundo en su existencia1.


Y también las objeciones, miedos, aspiraciones y frustraciones de los que enfrentan la soledad no deseada:

  1. Negación: Algunos pueden negar su soledad, minimizando su impacto o evitando enfrentarla por completo.
  2. Autosuficiencia excesiva: Algunas personas pueden creer que no necesitan a otros y prefieren estar solas. Esto puede dificultar la búsqueda de conexiones sociales.
  3. Miedo al rechazo: El temor al rechazo puede impedir que las personas busquen nuevas relaciones. El miedo a ser herido o abandonado puede mantenerlas aisladas.
  4. Estigma social: La sociedad a menudo estigmatiza la soledad, lo que puede hacer que las personas eviten admitir que se sienten solas. El miedo al juicio puede ser una barrera para buscar ayuda.
  5. Creencias limitantes: Algunos pueden creer que no merecen amistad o que no pueden cambiar su situación. Estas creencias pueden mantenerlos atrapados en la soledad.

Algunos miedos comunes asociados con la soledad no deseada:

  1. Miedo al abandono: Temor a que las personas cercanas se alejen o abandonen, dejándolos solos.
  2. Miedo a la vulnerabilidad: La soledad puede hacer que las personas se sientan vulnerables. Temen ser heridos o rechazados si se abren emocionalmente.
  3. Miedo a la desconexión: Preocupación por perder conexiones sociales existentes o no poder formar nuevas.
  4. Miedo a la autocompasión: Algunos temen que reconocer su soledad sea un signo de debilidad o autocompasión.
  5. Miedo a la falta de propósito: El temor a vivir una vida sin significado o propósito puede intensificar la soledad.


Algunas aspiraciones
 que las personas pueden tener al enfrentar la soledad no deseada:

  1. Conectar con otros: Anhelan relaciones significativas y conexiones auténticas.
  2. Encontrar un propósito: Buscan un sentido más profundo en la vida y una razón para levantarse cada día.
  3. Superar el miedo al rechazo: Aspiran a vencer sus temores y buscar relaciones a pesar de los riesgos.
  4. Desarrollar habilidades sociales: Quieren aprender a conectarse mejor con los demás.
  5. Aceptar la soledad: Algunos aspiran a encontrar paz y aceptación en su soledad, sin que les cause sufrimiento.


Algunos frustraciones
 que pueden surgir en la soledad no deseada:

  1. Frustración por la falta de opciones: Sentirse atrapado sin alternativas para cambiar la situación puede generar una sensación de impotencia y desesperanza.
  2. Frustración por la falta de comprensión: No sentirse comprendido o apoyado por otros puede ser especialmente doloroso. La soledad puede agravarse cuando no se encuentra empatía o cuando los demás minimizan los sentimientos de aislamiento.
  3. Frustración por la falta de control: Sentir que la soledad está fuera de su control puede ser angustiante. Las personas pueden desear tener más influencia sobre su situación y encontrar formas de conectarse con otros.
  4. Frustración por la falta de reciprocidad: Cuando se esfuerzan por establecer relaciones y no reciben el mismo nivel de interés o compromiso por parte de los demás, puede surgir una sensación de desequilibrio y frustración.
  5. Frustración por la falta de significado: La soledad puede hacer que las personas cuestionen el propósito de su vida. La búsqueda de significado y pertenencia puede ser una lucha constante.


Algunos deseos
 que pueden surgir en aquellos que enfrentan la soledad no deseada:

  1. Encontrar compañía: El deseo fundamental es encontrar a alguien con quien compartir momentos y experiencias.
  2. Recuperar conexiones perdidas: Anhelan reconectar con personas que han estado ausentes en sus vidas.
  3. Sentirse valorados: Desean sentir que su presencia importa y que son apreciados por otros.
  4. Experimentar el amor: Buscan relaciones románticas o afectivas que llenen el vacío emocional.
  5. Descubrir significado: Aspiran a encontrar un propósito más allá de la soledad.


Finalmente conectar con algunas de sus controversias y paradojas

  1. La soledad en la multitud: A veces, las personas pueden sentirse solas incluso cuando están rodeadas de otros. Esta paradoja plantea preguntas sobre la calidad versus la cantidad de conexiones.
  2. La elección de la soledad: Algunos eligen estar solos por diversas razones, pero ¿es realmente una elección o una necesidad encubierta?
  3. La soledad en la era de la conectividad: A pesar de la tecnología y las redes sociales, la soledad persiste. ¿Cómo reconciliamos esto?
  4. La soledad como oportunidad: Algunos ven la soledad como una oportunidad para el crecimiento personal y la introspección. ¿Es posible transformar la soledad en algo positivo?
  5. La soledad como tabú: Aunque es común, la soledad a menudo se oculta o minimiza. ¿Por qué existe este estigma y cómo podemos abordarlo de manera más abierta y compasiva?
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Nuestras Primeras conclusiones de este trabajo:

La cirugía estética es una realidad cada vez más presente en nuestra sociedad, que implica una serie de decisiones, emociones, expectativas y consecuencias para las personas que se someten a ella. Conocer los aspectos psicosociales que intervienen en este proceso es fundamental para comprender, acompañar y orientar a las mujeres que optan por modificar su aspecto físico, ya sea por motivos reparadores o de embellecimiento. Asimismo, es necesario reflexionar sobre los aspectos bioéticos, lingüísticos, epistemológicos y fenomenológicos que plantea la cirugía estética, que nos interpelan como individuos y como sociedad.

¿Qué principios, valores y normas rigen la práctica de la cirugía estética?

¿Qué discursos, significados y representaciones se construyen en torno a la belleza, el cuerpo y la identidad?

¿Qué conocimientos, saberes y verdades se producen y se cuestionan en el ámbito de la cirugía estética?

¿Qué experiencias, vivencias y sensaciones se generan y se transforman en el proceso de la cirugía estética?

Estas son algunas de las preguntas que nos invitan a pensar críticamente sobre la cirugía estética y sus implicancias, tanto para las mujeres que la eligen como para la sociedad que la condiciona y la juzga.